Mundillo nuestro: Antonio Martorell y sus amigos

13 Marzo 2019 - 5 Agosto 2019 Público general Exhibición
  • "Mundillo nuestro" (1999-2000), telón de boca del Teatro Raúl Juliá-Banco Popular del MAPR

"Mundillo nuestro", el telón de boca comisionado por el Museo de Arte de Puerto Rico al artista Antonio Martorell para su teatro Raúl Juliá-Banco Popular es un tejido de dimensiones monumentales que rebasa los formatos tradicionales del arte de la aguja. Antonio Martorell conceptualizó la obra como resultado de varios proyectos y exhibiciones previas que prepararon el camino y desembocaron en un tour de force como proyecto de labor colectiva bajo su dirección. Muy temprano en su producción artística, Martorell fue incorporando, como motivo formal y temático, detalles de encajes, bordados, calados y texturas alusivas a las labores manuales de costureras y tejedoras. Su juventud temprana entre cortes de tela, cintas y bordados en el Bazar Las Muchachas y al pie de la máquina de coser Singer en su casa imprimieron en su memoria esos elementos de belleza y sensualidad. Las terminaciones de un traje, un tapete y mantel de mesa, una cortina, los puños de una blusa, su cuello, pañuelos y mantillas son referentes a los cuales el artista siempre regresa. El tejido de mundillo resulta de un trabajo en etapas con unas guías precisas que dirigen las manos en cruces de hilos para armar la red–velo, un entramado que se extiende hasta los límites del patrón que sirve de apoyo en ese ir y venir de las hebras y sus ataduras. El proceso de tejer, arte milenario y manual en solitario o en colectivo, artesanal o industrial, con sus variantes técnicas y formales es trabajo fundamental en la cultura universal.

La exhibición "Mundillo Nuestro: Antonio Martorell y sus amigos" apunta a varios hilos conductores que se reconocen en la trama de la vida y obra del artista. Expuesto al cine, el teatro y el musical desde su juventud  el artista fue reconociendo la vinculación natural entre escena y museo, la vida y, en especial, lo cotidiano. Desde el Taller de Gráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), con Lorenzo Homar, trabajó en apoyo a los festivales de teatro de esa institución y en producciones independientes como el Taller de Histriones. 

Realizó carteles y escenografías, diseñó vestuarios e inclusive maquillaje para bailarines en la representación de Las Loas. Su inmersión en las artes contemporáneas en la Ciudad de México a principios de los ochenta le motivó, además, a la incursión en el arte de las instalaciones. A partir del 1984, con su regreso a Puerto Rico, participó en talleres colectivos y trabajos gráfico-teatrales con Rosa Luisa Márquez. Desde esos trabajos de teatro experimental el artista ha transitado al escenario como actor y en otras ocasiones desde la acción performática. Su vinculación al teatro, que emana del Teatro del Oprimido de Augusto Boal, y del Bread and Puppet Theater de Peter Schumann de la mano de Rosa Luisa Márquez y los Teatreros Ambulantes de Cayey, complementa su trabajo escenográfico para la ópera y con los retratos monumentales a los principales divos del bel canto puertorriqueño.

La comisión del MAPR para la elaboración de un telón de boca para el Teatro Raúl Juliá-Banco Popular es resultado de un reconocimiento a la trayectoria de Martorell en las artes plásticas y teatrales. El artista ya había presentado -mundillos desencajados-, unos mapas tejidos de gran formato en varias exhibiciones internacionales, en Copenhague y en la Bienal del Museo Whitney, en Nueva York. La idea del telón en mundillo es original de dos figuras claves en la historia del proyecto fundacional del MAPR: el arquitecto Otto Reyes y la directora del proyecto del Museo, la profesora Adlín Ríos Rigau. Las Borinquen Lacers, colectivo de tejedoras puertoriqueñas, ya venían trabajando de la mano con Martorell en la elaboración de los primeros mapas desencajados en gran escala. El cambio en tamaño y alteración del orden geográfico fue reto que algunas tejedoras asumieron con dudas más que justificadas, ya que el diseño se apartaba del lenguaje y escala tradicional causando preocupaciones en una de las tejedoras, que fue maestra de geografía. La serie de mapas que el artista realizó en esos años respondió a los cambios que se fueron suscitando en el escenario geopolítico del planeta. La caída del muro de Berlín, la guerra en los Balcanes, la desaparición de la Unión Soviética, las tensiones en el Caribe y las luchas anticoloniales en el Tercer Mundo fueron reconfigurando el mapa.

Martorell compone desde sus diseños y dibujos propuestas cartográficas que responden a sus afectos y a criterios políticos cultivados desde una formación académica en la carrera diplomática. En el trabajo colectivo y en el diseño de carteles serigráficos, Martorell fue cultivando el arte de la caligrafía y la tipografía. Sus visitas a los tesoros de la Casa del Libro en compañía de Lorenzo Homar, Rafael Tufiño, José Rosa y Rafa Rivera fue ampliando sus referentes gráficos. Desde esa inmersión, fue trabajando sus portafolios dedicados a figuras claves de la cultura popular, la literatura, política, filosofía y poesía. Desde esos trabajos fue asomando su preferencia por la caligrafía, ocupando cada vez extensiones mayores del plano gráfico. Con la caligrafía ha configurado retratos letrados. El arabesco y la filigrana que sugieren esos detalles se amplían y abarcan la totalidad del plano desde sus trazos. En esos trabajos caligráficos se va armando una trama amorosa desde trazos y líneas de belleza vegetal entreverándose y formando tramas orgánicas, encajes de palabras. Geografía y literatura, poesía y política encajan y desencajan en el universo del artista y sus amigos.

"Mundillo Nuestro", nos remite a nuestra complejidad cultural en tiempos de retos por las transformaciones globales y las enormes tensiones políticas, raciales, sociales, económicas y religiosas que vivimos. Las migraciones masivas, conflictos fronterizos y soberanías amenazadas delatan tanto la fragilidad como la resistencia de nuestros tejidos culturales. Ese mundillo entramado sostiene el conocimiento depositado desde siglos para resistir la erosión natural y la impuesta por la fuerza. Los caminos del hilo, sus cruces y amarres hijos del arte de la aguja nos sostienen en estos días de retroceso, resistencia y lucha.

-Humberto Figueroa, Curador invitado

 

*Esta exhibición es posible gracias al auspicio de la Comisión Especial Conjunta Sobre Donativos Legislativos para Impacto Comunitario